La Ola Verde


El documental "La Ola Verde" es el resumen y reflejo de nuestra razón de ser. La Narración desde la visión de madres y padres de lo que supuso el paso de Gabriel López Chamorro por este maravilloso planeta, historias de vida como las de este increíble y especial niño.

Esta narración creada y diseñada con tanto respeto, cariño, empatía y sinceridad ha generado un cambio en la forma que tenemos de percibir la Seguridad Vial Infantil, y por ende el nivel de cuidado al que aspiramos ofrecer a los menores.

Un cuidado que está sujeto a la pobre formación e información que recibimos los consumidores de Sistemas de Retención Infantil (SRI), las madres y padres, sobre los mismos y su uso. Lo que nos parece inaceptable y obliga a nuestra existencia como asociación, es que existiendo sistemas un 40% más de efectivos, es decir más seguros para sus usuarios, no se pongan todos los medios necesarios por parte de todos los implicados en la garantía de informar a la sociedad. Para que como mínimo, todos los padres y madres los conozcan y tengan la posibilidad de aspirar a que sus hijos e hijas puedan salir ilesos de un accidente de tráfico. Siendo esto posible y frecuente donde dichos sistemas están más extendidos. Por ese motivo nació esta asociación.





Nítido, respetuoso, aclarador y necesario para una sociedad mejor, más consciente y preocupada por los riesgos que implica el uso de vehículos y las consecuencias que supone equivocarse, o que otros se equivoquen, cuando hablamos de accidentes de tráfico. Que se traduce en el sufrimiento de niños y los traumas que permanecen en el corazón de muchas familias.

Por ello agradecemos a todos los que lo han hecho posible. Susana Mercado y Juan Ángel Melero (Serendipity Teatro) y Laura Campos, la directora, con la colaboración y participación de, MMS Distribuciones, y a todas las personas que desearon, idearon e hicieron realidad este cortometraje de 25 minutos como homenaje a Gabriel y como parte del deseo de cambiar esta realidad que él despertó en todos ellos.

Porque un niño tiene un valor, que no se puede cuantificar, ni su futura vida, al igual que su pérdida. Y debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para que de la misma manera que no les permitimos correr ciertos riesgos, de los que todos somos conscientes, seamos conscientes también de este, para poder evitarlo.


Por ellos, por nosotros, por todos, Y por Gabriel.

Difundirlo es un acto de amor.